Si tengo que resumir estas dos últimas semanas, hablaría sin duda de una montaña rusa ;)
Empecé la tercera semana súper-animado, aunque con algunas molestias en la pierna derecha, desde el puente de ese pie, pasando por el tobillo y llegando al gemelo.
Aún así, salí a correr martes y miércoles. Pero haciendo un gran esfuerzo mental, el jueves apliqué el sentido común y tomé una difícil decisión que sabréis comprender todos aquellos que como yo estáis preparando una prueba de larga distancia: dejar de entrenar.
En parte tuve suerte, me tocaba una semana de asimilación del trabajo previo en la que la carga iba a ser inferior al de las semanas anteriores... pero es que de ahí a abandonar los entrenamientos ¡hay un gran trecho! Y por mi cabeza empezaron a pasar nubarrones negros que amenazaban con el abandono total de mi desafío.
Sin embargo, las molestias poco a poco (muy poco a poco, la verdad) iban remitiendo... y eso comenzó de nuevo a animarme... y así, el martes de la cuarta semana, volví al lio.
Con alguna molestia aún, pero ya muy localizada en un punto a media altura del gemelo por la zona interior de la pierna, pude retomar los entrenamientos, con bastante energía gracias al parón de los días anteriores. De hecho el jueves, tras 30kms acumulados en 3 días, los dolores habían desaparecido...
Y finalmente llegó el fin de semana y con él los dos últimos entrenos: una tiradina de 10kms el sábado, y algo más de media maratón con unos 1000m de desnivel positivo el domingo... y claro, tras casi 6kms acumulados esta semana, y unos 1500m de desnivel positivo, hoy lunes de mi quinta semana, mis piernas me agradecen enormemente el día de descanso que nos toca ;)
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